Los empresarios del estrato mipyme están llamados a instrumentar una nueva generación de compromisos ciudadanos integrando a los pobres a la producción, no solamente al hipoconsumo, sino, vinculándolos a la acumulación y no al comercio simple de bienes y servicios.
Para ello los gremios del sector proponen la introducción de elementos nuevos en el contrato social, los cuales no pueden verse como una conspiración contra la posibilidad competitiva.
Los Objetivos del Milenio son ocho, entre ellos la reducción de la pobreza absoluta, garantizar la educación básica para todo el mundo, eliminar el hambre, contrarrestar el Sida y proteger el medio ambiente.
En tal sentido, los objetivos del milenio no son un punto de llegada, sino un motor para propiciar el desarrollo empresarial en el ámbito local. Algunos de tales elementos podrían ser los siguientes:
- Concertar con los trabajadores los mecanismos que aseguren la instrucción básica para los hijos de todo el personal vinculado a las empresas.
- Evitar tratamientos diferenciados entre géneros para iguales responsabilidades ocupacionales en la gestión humana.
- Cumplir eficazmente los acuerdos de OIT sobre maternidad.
- Adelantar tareas de educación y prevención ante el SIDA y asegurar un trato no discriminatorio a sus portadores.
- Incorporar los preceptos de la producción más limpia en la gestión como aspecto central de la estrategia competitiva.
- Participar en la gestión privada de servicios públicos como el suministro de agua potable a nivel de los pequeños municipios.
- Vincular las pymes a programas públicos – privados de vivienda de interés social.
- Articular a los jóvenes emprendedores en los prospectos de inversión mediante acciones de cofinanciación y tutoría.
Finalmente, los empresarios pyme habremos de movilizar toda nuestra energía democrática en el ámbito internacional y en las negociaciones comerciales de nuestros países, para dar concreción al objetivo No. 8: el de fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Este objetivo implica, entre otros asuntos, que se preste atención a las necesidades apremiantes de los países menos desarrollados, mediante la reducción de la carga de su deuda y la posibilidad de llevar a cabo exportaciones libres de aranceles y cuotas, y que los países de mayor capacidad económica cumplan con el compromiso de aportar el 0.7% de su PIB a la asistencia internacional al desarrollo.
Según datos de investigadores de CEPAL, hasta el presente sólo cuatro países donantes cumplen con el compromiso del 0.7%, mientras los demás están bastante lejos, incluidos los Estados Unidos.
Los objetivos del Milenio fueron incorporados como ejes centrales para reducir la pobreza durante la cumbre de La ONU celebrada en 1990.
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