miércoles, septiembre 12, 2007

Si al principio no tienes éxito, sigue intentando

Entérate cómo enfrentar los rechazos y los fracasos cuando intentas triunfar en la vida...

A través de mi vida, conociendo muchos ganadores y perdedores, me he dado cuenta de que los ganadores no ganan todas las veces ni tampoco usualmente ganan la primera vez que intentan algo.


Si usted fuera fanático del béisbol y siguiera el que se juega en los Estados Unidos, sabría que de los 30 equipos de grandes ligas, uno solo de la liga Nacional y otro de la liga Americana, van a disputar el título de campeón.

El punto que es que al final de la temporada hay un campeón de la liga y 29 perdedores. ¿Esas posiciones que cada equipo ocupa al final de la temporada significan el fin del mundo para esos equipos? Claro que no. El próximo año, todos empiezan con cero ganados y cero perdidos. Todo el mundo empieza con la misma oportunidad de ganar.

Esto ha sido así por ciento y pico de años en el deporte del béisbol americano. Si, es cierto que una temporada bien negativa en términos de donde terminó el equipo no es algo agradable, pero tiene que ser visto como una situación temporal.

Los Yankees, equipo donde juega mi primo, ha sido el equipo de béisbol más exitoso en la historia del béisbol americano y sin embargo los últimos años no han podido ganar la Serie Mundial.

Este año están batallando para llegar a las finales. ¿No haber ganado los últimos cinco años los desalentó? Al contrario, cada año que pierden, se esfuerzan más el próximo año y este año están dando el todo por el todo para clasificar. Todos los equipos tienen que tener esa mentalidad o si no, que se salgan del juego. El que no soporta el calor, no puede trabajar en una cocina.

Cada vez que se fracasa en cualquier cosa, hay que analizar cuál fue la causa del fracaso. Esto es muy importante. Entender por qué no salieron las cosas como esperábamos, qué hay que cambiar, qué hay que incorporar, quitar temporalmente o eliminar definitivamente.

Lo que no se puede hacer es caer en una depresión por haber fracasado o cogernos lástima a nosotros mismos. Hace años el presidente norteamericano Truman dijo, "tan pronto me doy cuenta de que cometí un error muy tonto, corro y cometo otro". Cometer errores es una condición humana. Es la reacción a nuestros errores lo que distingue a los ganadores de los perdedores.

No se deben racionalizar los errores. Si usted metió la pata en una entrevista de trabajo, no diga, "bueno, no me convenía ese trabajo de todas formas". Si a usted no le dieron un merecido aumento de sueldo, no diga "en realidad no me merecía el aumento" y lo deja ahí. Absolutamente no.

Acepte la realidad y entienda que usted sí quería el trabajo o sí quería el aumento. Lo importante es entender por qué no logró su objetivo y entonces corregir lo que haya que corregir e intentar otra vez. No deje que lo que usted vale sea definido por otras personas. Suba la frente y mire hacia delante con un plan de acción que lo acerque más a su meta y con una actitud de perseverar hasta que logre su cometido.

Si a usted le niegan un trabajo o una promoción o un aumento de sueldo, no camine por ahí con la cabeza mirando hacia abajo. ¿Quién sabe que a usted no le dieron el trabajo o la promoción? Eso no salió publicado en el periódico de su ciudad o en las noticias de la tarde. Eso lo sabe usted y una o dos personas más. El rechazo es tan grande como usted lo haga.

Haga un inventario de las respuestas emocionales que pueden producirse: amor, odio, ambición, miedo, celos, envidia, tristeza, gratitud, compasión. Ahora compárelas con sentir lástima por uno mismo. De todas las emociones antes mencionadas, algunas de ellas positivas y otras no tan positivas o negativas, probablemente la lástima por uno mismo es la que menos aplicaciones positivas tiene y la que menos puede ayudarlo en su vida.

Hasta los celos en ciertos casos pueden tener algún valor, pero la lástima por uno mismo no tiene valor alguno. Haga lo que haga, nunca tome el rechazo personalmente ya que es posible que no tenga nada que ver con usted sino con la situación. Puedo darles mil ejemplos de personas que han sido rechazadas en diferentes situaciones, cuyo rechazo no tiene nada que ver con la persona sino con la situación.

El famoso escritor Ortega y Gasset decía, "el hombre y sus circunstancias" y tenía razón. Aunque todos podemos manejar muchas de las circunstancias que nos afectan en la vida, hay algunas que no podemos controlar. Nuestros hermanos peruanos no pudieron controlar el terremoto que tanto los ha afectado. Nuestros hermanos hondureños y nicaragüenses no pudieron controlar el huracán que los ha azotado recientemente.

Lo que sí se puede controlar es lo que se haga después del huracán o del terremoto. Eso sí que se puede controlar y eso sí es importante para el bienestar de todos.

Lo he escrito mil veces en mi vida. La actitud es todo en la vida. Con una actitud positiva se pueden lograr milagros. Ese capataz positivo que trabaja en su cerebro, como lo he escrito antes, es importante que trabaje para usted y no el capataz negativo, que es el que lo tira a usted por un abismo.

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