La presidenta de la asociación de víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York, donde murieron más de dos mil personas, fue expulsada luego de que la prensa develara que inventó sobre cómo había escapado de las Torres Gemelas tras el ataque. La historia que Tania Head compartió durante años con periodistas, estudiantes, amigos y centenares de visitantes de la Zona Cero, donde muchas veces hacía de guía, es sorprendente.
Head contó que estaba en el piso 78 de la Torre Sur cuando se estrelló el avión. En su desesperado intento por bajar se topó con un hombre moribundo que le dio su anillo de bodas y lo entregó después a la viuda. En la huida, dijo, “le quedaban fuerzas porque pensaba incesantemente en el precioso vestido blanco que iba a llevar en su inminente boda con un hombre llamado Dave”. Entonces aún no sabía, afirmaba, que Dave, su prometido, había fallecido en la Torre Norte.
Sin embargo, la familia y los amigos de este hombre –con el que supuestamente iba a casarse y que efectivamente falleció en ducho lugar– dicen que nunca habían oído hablar de Tania Head. Además, un portavoz de Merrill Lynch, empresa en la que decía que trabajaba hasta el día del atentado, indicó que no la registra como empleada.
El relato la convirtió en uno de los 19 supervivientes que se encontraban en el edificio por encima de la planta donde chocó el Boeing 757. Quienes escucharon su historia nunca le preguntaron el nombre de la persona que le dio el anillo, en qué hospital se recuperó o la identidad de los heridos con quienes coincidió en la Torre Sur. “Creía que eran cosas demasiado privadas y dolorosas como para preguntárselo”, explica la madre de una de las víctimas.
El diario The New York Times afirma que ha intentado varias veces entrevistarla, pero Head se niega esgrimiendo motivos de privacidad y problemas emocionales. También rechazó aportar detalles para corroborar su relato.
Estas contradicciones en su historia obligó a La Junta de la Red de Supervivientes expulsarla de la presidencia esta semana. Además, el currículum que ha ido divulgando, lleno de títulos académicos, viajes y supuestos contactos, tiene muchos agujeros. Nada encaja.
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