La tormenta tropical Ingrid, la novena identificada con nombre de la temporada de huracanes 2007, avanzaba el viernes en aguas abiertas del Océano Atlántico y no se preveía que se convirtiera en un huracán, dijeron meteorólogos estadounidenses.
Para las 05.00 hora del este (0900 GMT), Ingrid se ubicaba a alrededor de 1.300 kilómetros al este de las Antillas Menores, en el Caribe, y se dirigía al nor-noroeste a casi siete millas por hora (11,2 kilómetros por hora), informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
Los vientos máximos sostenidos de Ingrid habían alcanzado los 65 kilómetros por hora, y aunque se espera cierto aumento, no se pronostica que el sistema se convierta en un huracán debido a las condiciones atmosféricas adversas en su camino.
Las tormentas tropicales se convierten en huracanes cuando sus vientos llegan a los 119 kilómetros por hora.
La temporada atlántica de huracanes 2007 ya ha dado algunas sorpresas.
El jueves, el huracán Humberto llegó a la zona limítrofe entre Texas y Louisiana con una intensidad inesperada, y provocó la muerte de al menos una persona, obligó el cierre de tres refinerías e interrumpió el suministro de energía a más de 100.000 usuarios.
Se había pronosticado que tocaría tierra como una tormenta tropical, pero se fortaleció y convirtió en un huracán con vientos de 137 kilómetros por hora, un avance que los meteorólogos revelaron era el más veloz registrado para una tormenta cerca de tierra.
La temporada también fue testigo, por primera vez desde que comenzaron los registros en 1851, de dos huracanes de categoría 5, la máxima intensidad, que tocaron tierra el mismo año.
Los huracanes Dean y Félix alcanzaron el máximo nivel en la escala Saffir-Simpson a un ritmo temerosamente rápido y afectaron la península de Yucatán en México y América Central en agosto y septiembre, respectivamente.
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