jueves, septiembre 06, 2007

Schumacher ya es Príncipe de Asturias

El jurado del prestigioso premio salda la deuda que mantenía con el icono alemán, el mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos Fernando Alonso recibió el galardón con motivo de su primer título


Michael Schumacher ganó ayer en Oviedo su última carrera. Peleó como lo hiciera estando en activo, con otros 17 aspirantes al triunfo en una prueba en la que la criba fue limpiando el camino a los favoritos. En la última vuelta, como en un Gran Premio soñado, hizo el interior decisivo a la pareja Federer-Nadal para hacerse con el premio Príncipe de Asturias en su versión deportiva. Su padrino, Juan Antonio Samaranch, respiró aliviado y feliz al conocerse el último recuento de votos (16-12). Él, como muchos, pensaba en su fuero interno que era una cuestión de justicia que el 'kaiser' engrosara la nómina de reconocimientos que estrenó en 1987 el mediofondista británico Sebastian Coe.

Y es que la sombra de Fernando Alonso, más en su tierra, dejó la concesión de estos premios bajo la sospecha de la conveniencia dos años atrás, cuando el piloto de McLaren-Mercedes ganó su primer entorchado mundial (entonces con Renault). Su elección entonces fue tan merecida como distante su hoja de servicios de la del mejor piloto de todos los tiempos, un tal Michael Schumacher que ayer sí encontró mayor eco entre el nutrido jurado encargado de escudriñar los méritos de los candidatos. Sin necesidad de polemizar, lo que para el astro asturiano -ser un ejemplo para la juventud- batalló a favor para engordar su nivel de reconocimiento, en el caso del teutón se basó en su conocido altruismo.

Así, sus siete títulos mundiales y la posesión de todos los récords en la historia de la Fórmula 1, salvo el de Grandes Premios disputados, figuraron en el acta del jurado como si de una acotación al margen se tratara, pues lo amplificado por quienes votaban fueron hechos como el millón y medio de euros aportados por el ex piloto a la Unesco o los más de 1.500 millones de las extintas pesetas que donó para colaborar a mitigar los devastadores efectos del tsunami en el sudeste asiático en 2005. Algo había de hacer justicia en el ambiente cuando varios de los llamados a consultas hicieron valer el 'excusatio non petita...' a la hora de explicar la concesión de un galardón incuestionable. Tanto al menos como lo hubiera sido el de la pareja Federer-Nadal, al margen de la mayor o menor fortuna en la apreciación del presidente de la Federación asturiana de tenis, y miembro del jurado, Manuel Galé, quien dejó en el aire la conveniencia de premiar a 'Schumi' porque el acto de entrega de los galardones, el último viernes de octubre, «coincide con el Torneo de Basilea que Federer siempre juega». Hasta los grandes acontecimientos, y lo es la toma de una decisión en los premios Príncipe de Asturias, tienen espacio para las anécdotas.

La biografía de Schumacher, que recoge el testigo de la selección española de baloncesto, premiada en 2006, responde a lo que se espera de un icono. En dieciséis años de vida en la F-1 rompió todos los moldes, dejando una inequívoca marca de su paso por tan competitiva modalidad. Su carácter ganador le llevó a tener un pasado del que no puede sentirse orgulloso -finales de campeonato polémicos con Jacques Villeneuve y Damon Hill, llegar a las manos con el mítico Senna y porfiar con no pocos integrantes de las parrillas de salida que compartió-. Pero también puede jactarse de no haber dejado cadáveres por el camino. Aprendió con el tiempo a asimilar su tesón y acabó sus días en activo siendo superado por un jovenzuelo apellidado Alonso, pero con la cabeza tan alta como es de esperar de una regia figura. Y la de un 'kaiser' lo es.

Gran relieve

Juan Antonio Samaranch, el 'culpable' de haber presentado la candidatura de Michael Schumacher, contactó personalmente con el premiado para transmitirle el fallo del jurado, que el campeón alemán acogió con «alegría» por el «gran relieve internacional del premio». Tras leer el acta, Samaranch calificó al deportista alemán como el «piloto de carreras más importante de toda la historia». Además, valoró que el galardón sea concedido en el año de retirada del heptacampeón del mundo, por lo que consideró que el premio «no ha llegado tarde. Aquí no ha habido compensaciones», aseguró al ser preguntado sobre el hecho de que Fernando Alonso recibiera hace dos años el premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

Schumacher, en un breve comunicado remitido desde Berlín, aseguró sentirse emocionado y orgulloso de formar parte de la historia de estos galardones, cuya notoriedad y repercusión internacional conoce. Su nominación se produjo en una jornada no exenta de efemérides de la Fórmula 1. Así, su reconocimiento coincidió con el que hubiera sido el 68 cumpleaños de Clay Ragazzoni, de no haber perdido la vida un año atrás en una carretera de Parma, y con el 37 aniversario de la muerte en acto de servicio de su compatriota y también ex campeón del mundo de F-1 Jochem Rindt.

No hay comentarios: