domingo, febrero 21, 2010

«Si uno ha sacado adelante los proyectos, lo bueno es dejar paso a quien puede hacerlo mejor»

Hoy hace 10 años que Aparicio tomaba posesión como Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, cargo que le sirvió como principal aval para su candidatura a la Alcaldía de Burgos tres años después. Ganó aquellas elecciones locales por mayoría absoluta, repitió victoria en 2007 y ahora afronta el momento clave del que podría ser su último mandato.

¿El inicio de las obras del bulevar ha sido uno de los hitos más importantes que ha vivido como alcalde?

Podría hacer la broma de que fue uno de los días más fríos de mi vida porque la sensación térmica era horrible, pero por otro lado con la enorme alegría y satisfacción de ver que uno de los grandes proyectos, de esos que pueden cambiar la fisonomía de la ciudad, arrancaba y lo hacía con el empeño que merecía una causa que tantos disgustos nos ha dado.

Dada la coyuntura financiera actual ¿la ejecución de todo el bulevar se realizará sin problemas?

No solo Burgos sino todos los ayuntamientos seguimos demandando una estabilidad financiera, no digo de disponer de muchos más recursos sino de tener la garantía de que tienen continuidad. Llevamos ya dos años en los que hemos recibido ayudas del Estado pero no sabemos lo que sucederá en 2011. Creo que el bulevar sigue siendo un proyecto factible y viable, creo en la recuperación económica general y en una recuperación del valor de los suelos que esta operación requiere pero evidentemente no podemos decir que estamos igual que hace tres o cuatro años. Estamos en una situación más difícil y habrá que administrar todo con más cuidado.

De momento la salida al mercado de nuevos suelos para obtener recursos está paralizada.

Es un problema general; prácticamente todos los ayuntamientos de España tenían proyectos financiados en ese equilibrio. En el caso de Burgos, es evidente que el enorme retraso que se ha producido en esta entrega ha perjudicado notablemente la operación.

¿Qué porcentaje del proyecto tiene financiación garantizada en este momento?

Unos 100 millones de euros. En un mercado financiero, en un contexto de crisis tan voluble, es arriesgado hacer predicciones. Prefiero ir sobre seguro y por eso cerramos una operación hace unos meses, que estuvo a punto de peligrar por el retraso.

Tranvía sí, tranvía no. ¿Cuál es su intención?

Vistos los estudios técnicos y con el trazado de este bulevar que no tiene la densidad demográfica que nos gustaría, lo más sensato es dejar ese espacio reservado o como plataforma independiente y arrancar con medios convencionales. Serán otras Corporaciones, si vuelven momentos distintos o cambia la fisonomía de la ciudad, las que se lo puedan plantear. Hoy, un tranvía solo sería viable en términos económicos en otras calles de la ciudad como la calle Vitoria.

¿Han buscado fondos europeos para pagarlo?

Sí, hemos buscado todo tipo de financiación pero tampoco tenemos una capacidad de endeudamiento ilimitada y no me gustaría poner en una situación de riesgo al Ayuntamiento por algo que tiene más de capricho estético que de necesidad auténtica.
Habla de otras Corporaciones ¿no será siquiera la que viene?

La futurología nunca ha sido lo mío pero serán otras Corporaciones las que si tienen esa ocasión puedan tomar esa decisión.

¿Será la calle Vitoria el segundo gran bulevar?

Sí, pero evidentemente no es una solución mágica a muchos de nuestros problemas. Hay que agotar sus posibilidades y ya se ha encargado el estudio al que nos comprometimos en el último Pleno. No todo el trayecto de la calle Vitoria es factible de conversión ni en aparcamientos subterráneos ni en otro tipo de servicios. Habrá que tener el cuidado necesario de que haya una alternativa de tráfico viario que no colapse aún más el ya de por sí complejísimo tráfico y aparcamiento de Gamonal.

¿Por qué han fracasado los intentos de construir el aparcamiento en Lavaderos y en otras ubicaciones?

No ha sido por falta de interés municipal o porque no sean propuestas razonables sino porque en este momento, y así nos lo han reconocido todos los que estaban interesados, las empresas se han encontrado que no les llega la financiación. Todo el mundo considera el proyecto interesante, necesario, especialmente el de Lavaderos, pero estas empresas no encuentran la financiación.

A 15 meses de las próximas elecciones municipales, ¿Cómo encara esta recta final de su segundo mandato?

Con ganas de dejar hecho todo el trabajo que comprometimos. Y con buen ánimo, un equipo que ha adquirido madurez, experiencia y capacidad en estas dos legislaturas, y con el deseo de que los burgaleses entiendan y comprendan el esfuerzo que se ha hecho.

¿Y se siente cansado o con ánimo de afrontar una nueva campaña electoral?
No me lo he planteado. Ese tipo de miradas al futuro personal distrae mucho de la acción pública y no he dedicado mucho tiempo, por no decir nada, a pensarlo.
Es difícil creer que no tenga claro a día de hoy si va a repetir.

Bueno. Alguien dijo: «Si quieres que no se sepa no lo digas y si quieres que no se intuya no lo pienses». Yo me inclino por esa formulación y no quiero que nadie sepa o intuya lo que voy a hacer. Porque además hay una experiencia, en esta misma casa, de que anuncios con mucha antelación no son positivos para nadie.
¿Y de qué dependerá la decisión final?

Lo primero será sentirme seguro de que puedo seguir aportando algo a la ciudad. Si uno ha sacado adelante los proyectos, mejor dejar paso. Cuando uno siente un cierto agotamiento, no digo físico sino también intelectual, lo bueno es dejar paso a quien puede hacerlo mejor.

¿Ni siquiera sus compañeros de Corporación saben si seguirá?

No, ese tipo de anuncios no creo que se deban hacer. Algunos, los que mejor me conocen, yo creo que lo intuyen, pero la cosa no va más allá.
Es que se dice que usted ya ha comunicado su decisión a algunos de ellos.
Pues en este caso, aparte de una indiscreción, me parece una falta de coherencia con la realidad. Sería una indiscreción inexacta.

¿Cuándo comunicará la decisión definitiva?

El día después de que la haya tomado.


¿Ve en el equipo de Gobierno a alguien preparado en el caso de que decida...?

Sí, a varios. Es una de las cosas que me da más tranquilidad para afrontar cualquier decisión. Saber que felizmente nadie es insustituible, y yo tampoco. Por decirlo en términos futbolísticos, hay buen banquillo.

¿Se refiere dentro del propio Ayuntamiento?

No habría que ir muy lejos para encontrar personas que tienen la madurez, capacidad y el sentido común necesarios para dirigir bien esta ciudad.

¿Javier Lacalle es su ‘delfín’?

En ciencias marinas no tengo conocimiento como para hacer estas afirmaciones.
¿Los 14 miembros de su equipo han rendido como esperaba?
Sí, en algunos casos por encima de las expectativas incluso.

¿No se ha llevado ninguna decepción?

Decepción como tal no. Lo que sí percibimos a veces es que en un grupo de 14 personas a veces alguno no se siente cómodo. Pero eso no ha afectado ni a la funcionalidad del grupo ni a una más que razonable armonía. Hay personas valiosísimas cuya principal dificultad es trabajar en equipo.

¿Podría haber sacado mejor provecho a concejales que tienen dificultades para compaginar sus tareas con su vida profesional?

Bueno, ya conocíamos las circunstancias y lo que ha ocurrido es lo que me imaginé. Pero sí que hay personas que si se dedicasen 100% al Ayuntamiento sería espectacular su rendimiento. Pero más vale tener un 50% de buen concejal que un 100% de malo.

¿Qué áreas han salido fortalecidas de esta legislatura y cuáles merecen un mayor esfuerzo?

Bueno, quienes lo han tenido más difícil, y voy a decirlo claramente, son las áreas sociales porque han tenido una situación de casi desbordamiento y a veces con una insuficiencia de medios económicos y humanos más que notable. Y también es difícil la tarea de quienes se han dedicado a remover esos alambicados procedimientos administrativos que tienen una inercia brutal y de los que es dificilísimo obtener resultados. Eso no significa que no hayan trabajado, sino que la visibilidad por parte de la ciudadanía es mucho más compleja. Hay trabajos más vistosos como los de Fomento u Obras que han hecho muchas y buenas cosas, pero sería injusto infravalorar otras áreas que lo están pasando muy mal.

¿Qué nivel de ejecución del programa electoral presentará su equipo de Gobierno al terminar la legislatura?

Estaremos hablando por encima del 80 ó 85%, y en algunos casos se podrá ver y decir por qué no se han ejecutado algunas obras. Por ejemplo, yo no lo he desechado de manera definitiva, pero si ya no existen los conflictos de tráfico que había en la plaza del Rey pues tendré que cuestionarme si ese es el más urgente de los túneles, que lo fue durante años, pero a la vista de los nuevos datos habrá que ver si es un proyecto urgente o si este tipo de actuaciones habría que trasladarlas a otras zonas.
¿A cuáles?

Intentar retomar, aunque es durísimo de plantearlo, si es posible todavía algún tipo de peatonalización más drástica en el Paseo de la Sierra de Atapuerca. Pero sería a costa de hacer desaparecer buena parte del Espoloncillo y me parece que ese es un precio inadecuado para las previsiones de tráfico que se manejan.

¿La solución adoptada para dar salida a los tráficos en el entorno del MEH provocará muchos problemas?

Los datos de aforo que se hicieron en su día no justificaban la realización de un túnel y además no contaban con el hecho de que existiese un eje alternativo como es el bulevar. Desde la espalda del MEH al bulevar hay una distancia mínima y será el eje alternativo que se llevará la mayor parte del tráfico. Además, el acondicionamiento de la plaza Santa Teresa y la ampliación del puente Gasset resolverán parte de los problemas. Será una peatonalización no tan rigurosa una vez que se salgan de los horarios de funcionamiento del Museo.

¿Cómo afectará la recesión económica a las cuentas municipales de 2010 y 2011?
La situación en los ayuntamientos españoles es dramática. Sigue aumentando la demanda de servicios en el área de servicios sociales, no solo no se nos garantiza ningún tipo de ingreso sino que se nos anuncia que debemos devolver parte de los anticipos porque no se cumplió con la recaudación prevista por el Estado de estos dos ejercicios. El mayor problema que tenemos los alcaldes es diseñar presupuestos creíbles y factibles.

¿Y cómo se está preparando el Ayuntamiento?

Se nos pidió que no incrementáramos la presión fiscal y de los últimos cuatro años, tres ha habido congelación de impuestos. Lo hemos hecho intentando ser lo más austeros posible. Lo fácil sería trasladárselo a las familias y a las empresas pero harto complicada es su situación para además agravarles con una subida fiscal.
¿En 2011 mantendrán la congelación de la presión fiscal?

Seguimos el guión de nuestro plan económico-financiero e intentaremos que si hay que producir algún ajuste sea el mínimo. Dependerá de la evolución de la inflación y de los precios en aquellas áreas donde sea determinante su evolución para un mayor gasto. El endeudamiento es una solución de naturaleza transitoria, nunca puede ser un endeudamiento sistémico.

¿El control del gasto corriente, en una ‘empresa’ pública de más de 1.000 empleados es una misión imposible?

En algunas áreas la liberalización del mercado de la energía eléctrica nos ha permitido cambiar las condiciones del suministro. Pero ciertamente, al final, es muy difícil porque las grandes partidas de gasto siguen siendo en personal. El crecimiento de la plantilla, sin embargo, ha sido un crecimiento muy restrictivo. Ha sido la etapa en la que menos ha crecido y donde lo ha hecho ha sido donde debía crecer: Policía Local y conductores de Autobuses. Lo fácil y bonito es, como hicieron otros antes de que llegásemos, rebajar las jornadas laborales y prometer importantísimas subidas salariales. Eso es muy fácil y muy cómodo, lo que ocurre es que son facturas que después se pagan.

¿Cómo cree que cambiará la ciudad el nuevo PGOU?

Creo que no vamos a cometer los errores del pasado, cuando por ejemplo hubo una muy insuficiente previsión de suelo de naturaleza comercial en los barrios que se han ido desarrollando. No volveremos tampoco a tener angustias de suelo industrial, y vamos a un tipo de ciudad en el que se corrijan fórmulas que se han demostrado indeseables, como los adosados por su dispersión e ineficiencia. Vamos a una ciudad más densa, compactada y sostenible.

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