viernes, febrero 19, 2010

Los nuevos bancos

El surgimiento de algunos bancos especializados demuestra la fortaleza y confianza en el sector financiero colombiano. Este año se darían varios movimientos en todos los subsectores financieros.

Durante las últimas semanas se ha conocido el interés de compañías de financiamiento comercial (CFC), cooperativas y hasta fundaciones microfinancieras por transformarse en Bancos.

Es el caso de Coomeva, que representa más del 50% del sector financiero cooperativo, CRM Fallabella, CFC perteneciente al grupo chileno de comercio Falabella; la CFC Finandina, una de las tres compañías más importantes en financiación de vehículos y la Fundación WWB Colombia, más conocida como la Fundación Mundial de la Mujer de Cali, una tradicional microfinanciera, y se habla también del interés de entidades como Macrofinanciera y Finamérica, entre otras.

Aunque no todas estas iniciativas han radicado solicitud formal ante la Superintendencia Financiera; si tienen éxito, al final del año estaríamos hablando de por lo menos cuatro nuevos bancos: BanCoomeva, Banco Falabella, Banco Finandina y Banco WWB S.A.

Sin embargo, según el mismo superintendente Financiero, Roberto Borrás, estas nuevas iniciativas de transformación o creación se están dando no solo en la banca sino en otros subsectores del sector financiero como seguros, fiduciarias y administradoras de portafolios de inversión, entre otros.

Y, aunque no da nombres ni el número de solicitudes radicadas ante su entidad, comenta que es claro el interés de inversionistas, tanto locales como extranjeros, por ingresar al mercado financiero colombiano. “Todo esto demuestra que en Colombia aún hay espacio importante para la competencia y una alta percepción de confianza hacia el país, el potencial de desarrollo del sector financiero y su estructura de supervisión y regulación”, afirma Borrás.

Además, dentro de las diferentes iniciativas se ve un marcado interés por extender los servicios financieros bancarios y bursátiles a nuevos segmentos de la población, lo cual debería redundar en el futuro en un mayor nivel de bancarización y crédito.

Los nuevos bancos

Las entidades que están en proceso de transformación son, en general, compañías especializadas en algunos nichos y segmentos específicos de mercado en los cuales ocupan posiciones de liderazgo. Son compañías que sienten que tienen la experiencia, la capacidad y los recursos para obtener la licencia: la mayoría supera el límite de capital para ser banco, que está alrededor de $67.561 millones.

En su conversión a banco ven la oportunidad de fondearse de un modo más barato, al poder ofrecer cuentas corrientes y desarrollar más agresivamente nuevos productos y servicios como tarjetas de crédito, entre otras cosas. Sin embargo, ninguna busca un gran giro estratégico, sino poder profundizar y tener una relación más integral con sus actuales clientes. Esto significa que serán bancos especializados o de nicho.

Una de las primeras compañías que expresó su interés en transformarse en banco fue la compañía de financiamiento comercial CMR Falabella, entidad que pertenece al Grupo Chileno Falabella, el segundo mayor minorista de la región con presencia en Chile, Perú, Argentina y Colombia. La CFC opera en el país desde 2005, financiando las operaciones de consumo de la cadena Falabella y Homecenter e inició su proceso de conversión desde septiembre de 2009. Es una compañía de financiamiento pequeña pero que viene creciendo rápidamente, pues a noviembre de 2009 tenía una cartera alrededor de los $230.000 millones y un patrimonio de $62.000 millones, 12,8% y 14,4% más, respectivamente, frente a noviembre del año anterior. Sin embargo, vale resaltar que el grupo ya cuenta con bancos en Chile y Perú.

Con la reforma financiera que ajustó los estándares de algunas entidades, por ejemplo, dándole la posibilidad de desarrollar internamente leasing a bancos, no solo se dan fusiones de este tipo de compañías con su matriz sino que abre el espacio a las leasing para convertirse en bancos. Es el caso de Finandina, compañía especializada en crédito y leasing para vehículos.

Según Jorge Mejía, gerente general de la compañía, desde junio de 2008 estaba dentro de su plan estratégico convertirse en banco, cuando la International Finance Corporation IFC, el brazo financiero del Banco Mundial, entró como socio de Finandina con un 10% del capital. Según Mejía, al igual que en sus más de 33 años de labores, seguirían enfocados en el sector automotor buscando prestarles mayores servicios a sus más de 30.000 clientes actuales como, por ejemplo, tarjetas de crédito con servicios especiales alrededor de los gastos que genera un vehículo y producto de ahorro e inversiones relacionados.

Esta compañía, que se ha caracterizado por sus altos niveles de eficiencia, tenía a noviembre de 2009 una cartera de más de $600.000 millones y un patrimonio de $115.000 millones. Estaría presentando su solicitud formal ante la Superfinanciera en los próximos dos o tres meses.

Una de las firmas más grandes que busca su transformación a banco es la cooperativa financiera Coomeva, con activos por alrededor de 1,3 billones, la mitad de la cartera de las cooperativas financieras del país, y más de $140.000 millones en patrimonio. Esto lo convertiría en un banco pequeño, del tamaño de HSBC Colombia, pero con un gran potencial al ser una compañía parte del Grupo Corporativo Coomeva, el cual tiene más de $3,5 billones en activos y $2,5 billones en ingresos.

El grupo llevaría más de un año socializando el tema con las juntas regionales y trabajando el tema, acompañados de la banca de inversión Konfigura, de Alberto Carrasquilla. “Es una decisión estratégica que tomamos hace tiempo. No es un proceso estructurado de un momento a otro. Es más, venimos en un proceso de especialización de la actividad financiera que desde 2007 se prestaba dentro de la cooperativa”, afirma Alfredo Arana Velasco, gerente general del Grupo.

Según Arana, la entidad mantendría su perfil de riesgo y usuario al seguir enfocados en personas naturales de estrato 3, 4 y 5 pero ofreciéndoles un portafolio más integral. “Será un banco con todo el espíritu cooperativo”, agrega.
Según estas compañías, como son entidades vigiladas por la Superfinanciera, ya tienen un largo camino recorrido pues la normatividad en materia de análisis de riesgo, cálculo de las provisiones, normas de solvencia, entre otras, es la misma que para los bancos. Sin embargo, es claro que la Superintendencia realiza un exigente análisis, no solo de los estados financieros de la entidad sino de sus accionistas y del grupo al que pertenecen.

Otro es el caso de las fundaciones, en las cuales, si bien el reto es mayor pues las metodologías de gestión de riesgo y exigencias de capital, por ejemplo, son bien diferentes, las oportunidades de crecer al tener acceso a recursos del público son mucho mayores. A los dos últimos bancos que se han creado –Procredit y Bancamía– se les uniría la Fundación WWB Colombia (Banco Mundial de la Mujer de Cali), una de las entidades más tradicionales en brindar acceso al crédito a los colombianos más pobres. Especialmente micro-empresarios y mujeres cabeza de hogar. De hecho, “somos la primera entidad en otorgar microcrédito en Colombia desde hace 28 años”, afirma Clara de Akerman, presidente de la Fundación, que será el principal accionista del Banco WWB S.A.

Sin embargo, se ha convenido que una vez se constituya el banco y se le transfiera la operación de la fundación, entidades internacionales especializadas en invertir en instituciones microfinancieras y socialmente responsables como DWM (DWM Funds SCA-SICAV SIF), BlueOrchard Private Equity Fund y WWB Investments comprarán alrededor de 14% de la entidad.

“Vemos con gran satisfacción que la oferta de productos y servicios microfinancieros se perfila en Colombia a través de un enfoque especializado. Muestra de ello es la entrada de cinco nuevas entidades microfinancieras a este segmento. La especialización es una condición esencial para generar una competencia transparente a favor del mercado”, afirma María Mercedes Gómez de Bahamon, presidente de Bancamía.

La competencia y la llegada de nuevos actores al sector financiero siempre serán bienvenidas, pues redundarán en más y mejores servicios, mejor atención y menores tarifas y un mayor nivel de crédito para aprovechar la recuperación. A pesar del estancamiento de la cartera y la leve recuperación que se espera este año, muchos jugadores ven el potencial futuro de todos los subsectores del sector financiero.

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