domingo, septiembre 09, 2007

Tráfico de inmigrantes cubanos enturbia aguas de México

Cinco potentes lanchas de carrera, "cigarretas" en la jerga de los traficantes, dormitan en un muelle de la Armada Mexicana en el balneario de Isla Mujeres.

Están matriculadas en Florida y son el botín en una guerra, para algunos todavía insuficiente, contra el tráfico de inmigrantes ilegales cubanos, un negocio que está enturbiando las aguas turquesa de la península mexicana de Yucatán.

Equipadas con varios motores fuera de borda de 275 caballos de potencia, son capaces de recoger hasta 40 inmigrantes cubanos y desembarcarlos en cuestión de horas en el balneario mexicano de Isla Mujeres, desde donde prosiguen viaje a Estados Unidos.

Funcionarios estadounidenses calculan que el 89 por ciento de los cubanos ingresan hoy por la frontera terrestre de México, en lugar de la antigua y peligrosa ruta a Miami, atravesando los 145 kilómetros del Estrecho de Florida.

Los entre 8.000 y 10.000 dólares del pasaje convierten este atajo al "sueño americano" en algo reservado sólo para el segmento más exclusivo de la emigración ilegal cubana.

El negocio ilegal, dicen en México, es manejado por cubano americanos y florece bajo las narices de las autoridades.

"Los cubanos de Miami llegan con dinero y compran embarcaciones, combustible, rentan casas, se pasean por el pueblo con teléfonos satelitales y ninguna autoridad hace nada," lamenta el empresario mexicano Alvaro Burgos, dueño de una cooperativa de pesca en Isla Mujeres, un islote de apenas siete kilómetros de largo frente a Cancún.

"Aquí se ha utilizado hasta refugios anticiclónicos como casas de seguridad para llevar y traer cubanos, algo que todos hemos visto. Las autoridades no intervienen," dijo.

La Procuraduría General de la República de México no estuvo disponible para comentar la situación.

NUEVA RUTA

Atrás quedaron los días en que los cubanos se hacian al mar en cualquier cosa que flotara, desde un pesquero secuestrado hasta un montón de cámaras de camión con un motor de cortahierbas como fuera de borda.

Hoy, quienes tienen un pariente en Miami que les adelante el dinero, cruzan a México y desde allí entran sin sobresaltos a Estados Unidos donde, a diferencia de otros inmigrantes, son recibidos como refugiados políticos.

La travesía comienza generalmente en las costas de Pinar del Río, en el extremo occidental de Cuba, donde los inmigrantes son a veces recogidos a plena luz del día.

Las lanchas de los traficantes pueden ser hasta dos veces más rápidas que las patrulleras soviéticas de las autoridades cubanas y dan trabajo incluso a la Guardia Costera de Estados Unidos.

Durante los primeros 10 meses del año fiscal, 2.819 cubanos lograron poner un pie en Florida, contra 3.076 en todo el 2006, según Zachary Mann, portavoz de Aduanas y Protección de Fronteras estadounidense.

Muchos esperan su turno en Isla Mujeres, algunos trabajando como mecánicos o jardineros para ahorrar algo de dinero con el que proseguir su viaje. Todos esquivan las preguntas indiscretas. Quieren pasar desapercibidos.

SEGURIDAD NACIONAL

El tráfico de inmigrantes cubanos está dejando un rastro de sangre en Cancún, escenario de violentos ajustes de cuentas entre bandas rivales.

El cuerpo de un cubano americano supuestamente involucrado en el contrabando apareció a comienzos de mes acribillado a balazos. Días después, la policía encontró los cadáveres de su novia y de otros dos mexicanos en el fondo de un pozo cerca de Cancún.

"El paso de inmigrantes cubanos por la península de Yucatán se ha convertido ya en una situación de seguridad nacional," dijo recientemente a periodistas Bello Rodríguez, procurador de Justicia del estado de Quintana Roo, donde está Isla Mujeres.

Los traficantes han sentado su base de operaciones en el circuito turístico de Isla Mujeres, Cancún, Playa del Cármen y Mérida. Según fuentes locales, mueven alrededor de 100 personas por semana y pueden facturar hasta 1 millón de dólares al mes.

Según el Instituto Nacional de Migración (INM), la cifra de indocumentados cubanos detenidos en México se multiplicó desde los 254 del 2002 hasta 2.205 el año pasado.

En el primer semestre del 2007 han sido interceptados 876 ilegales cubanos y 217 fueron repatriados a la isla. La mayoría queda libre después de 90 días de detención.

El problema podría ser incluso más grave de lo que muestran las estadísticas, dijo un diplomático en La Habana, que sospecha que los traficantes están asociándose al crimen organizado de Yucatán para explotar redes de narcotráfico y prostitución.

DISFRAZADOS DE TURISTAS

Una vez en Isla Mujeres, los ilegales cubanos cruzan en ferry a Cancún, a menudo disfrazados de turistas. Luego remontan México hasta la frontera con Estados Unidos.

A diferencia de los otros inmigrantes latinoamericanos, una vez en la frontera estadounidense se presentan a las autoridades y asunto terminado.

La ley estadounidense considera a los cubanos como refugiados políticos. Si ponen un pie en tierra firme, pueden quedarse en el país automáticamente.

En los primeros nueve meses del año fiscal hasta el 26 de julio, 9.296 cubanos ingresaron a Estados Unidos por tierra, contra 8.677 durante todo el año fiscal 2006 y 7.281 del año anterior, dijo Jennifer Connors, portavoz de Aduanas y Protección de Fronteras.

La explosión de la ruta mexicana ha ocurrido un año después de que el líder cubano, Fidel Castro, enfermó y transfirió el poder a su hermano Raúl.

Las intercepciones de la Guardia Costera se congelaron tras la crisis de salud de Castro, pero un año después están volviendo a subir.

"Hace un año había esperanzas de cambio. Ahora no hay y mucha gente está saliendo por mar," dijo Pichi, un joven impaciente que no ve futuro en Cuba. "Conozco a 15 personas en mi barrio que se han ido desde junio," comentó.

Cuba denuncia frecuentemente el tratamiento preferencial de Estados Unidos como un estímulo para la inmigración ilegal.

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