Decenas de cámaras, una veintena de trabajadores del Zoo y algunos niños privilegiados, pudieron presenciar el aterrizaje del avión que los transportaba e intuir, entre los barrotes de sus jaulas y las medidas de protección de sus cuidadores, las caras peludas y algo asustadas de los dos nuevos vecinos de Madrid.
Según los técnicos del zoo, los osos aterrizaron en buen estado de salud, «aunque sufrieron mucho estrés durante el viaje». El contacto de los osos con el clima de la capital fue el momento más crítico del trayecto. «La hembra, Hua Zui Ba, sufrió una hiperventilación a causa del calor», aseguró Jesús Fernández, director técnico del Zoo Aquarium. Esto preocupó a los veterinarios, que decidieron no retirar las lonas de las jaulas, y aceleraron más si cabe su partida hasta las instalaciones de la Casa de Campo. Este último trayecto por las calles de Madrid se realizó sin incidentes, con la escolta de la Policía Municipal
A última hora de la tarde de ayer, ambos osos habían ocupado su nueva «pagoda» en el zoo, aunque permanecían en habitaciones separadas. «Los animales salieron tranquilamente de sus cajas, inspeccionaron sus habitáculos y después se pusieron a comer manzanas y brotes de bambú que los cuidadores les tenían preparados», señalaron los técnicos.
El aterrizaje
«¡Ya vienen, ya vienen!». A las 14.45 apareció en el horizonte del cielo azul intenso de Madrid el Boeing 747 de la compañía de transportes TNT, fletado y equipado especialmente para la ocasión. Minutos después, aterrizaba en la terminal de carga del aeropuerto de Barajas, con casi una hora de retraso sobre la prevista. Los primeros en salir del aparato fueron los cuatro cuidadores que acompañaron a los pandas y que no les quitaron ojo durante todo el trayecto.
Mucho más espectacular fue la descarga de los osos. La bodega del aparato se abrió por la parte delantera y dos plataformas elevadoras móviles se encargaron de bajar a los pandas hasta el suelo. La jaula de Bing Xing fue la primera en salir. Cuando estuvo a raíz de suelo, decenas de personas, entre efectivos de seguridad -de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Municipal-, veterinarios y técnicos de aduana la rodearon para asegurarse que todo era correcto.
Entonces llegó el gran momento. Un pequeño remolque trasladó la jaula del macho hasta la puerta del Pabellón de Estado del aeropuerto, donde esperaban los medios de comunicación. Los técnicos levantaron la tela que lo cubría y todos los ojos y objetivos apuntaron hacia él. Pero Bing Xing, que a pesar de ser famoso, no está acostumbrado a posar para las cámaras, permaneció durante los escasos segundos que duró la presentación, acurrucado en el fondo de su jaula, mostrando su trasero blanco a toda la prensa española y china allí congregada.
Ante la evidente decepción de todos, el director gerente del Zoo Aquarium, Ricardo Esteban, pidió disculpas a los periodistas porque los animales no se pudieran mostrar correctamente tras el aterrizaje, pero aclaró que, a causa del fuerte calor que ayer había en Barajas, los técnicos no consideraron conveniente destaparlos.
Durante el viaje, Bing Xing, se mostró «tranquilo» desde la salida de la reserva china de Chengdu, donde vivía hasta hace dos días, mientras que la hembra estuvo bastante más nerviosa. «Hua Zui Ba no empezó a comer hasta 13 horas antes de llegar a Barajas, tras la escala que hicimos en Shangai», relató Jesús Fernández. A pesar de ello, ninguno de los animales fue sedado en ningún momento del recorrido. «Pensamos en esa posibilidad, pero preferimos esperar a ver como transcurría el viaje». Como los osos «se fueron tranquilizando» solos y empezaron a comer, no fue necesario.
Nuevo hasta el idioma
A partir de ahora, los pandas tendrán que habituarse a muchos factores nuevos, como el clima, los cuidadores, los ruidos, la casa y «hasta un idioma nuevo», indicaba uno de los técnicos, puesto que hasta ahora todos los que les han cuidado «les han hablado en chino». Hasta entonces, según los veterinarios, todavía existen riesgos para su salud «sobre todo en el caso de la hembra, que es muy joven y ha sido separada de su grupo hace muy poco».
Por seguridad, pasarán por un periodo de «cuarentena» por lo que no se puede aún poner fecha a su presentación. A pesar de ello, el director gerente del Zoo se atrevió a aventurar una fecha aproximada: el 19 de septiembre, sin dejar de recordar que serán los pandas los que decidan cuando están en disposición de «recibir visitas».
Ricardo Esteban mostró su entusiasmo ante la llegada de los pandas. «Volvemos a estar en primera fila y para ello nos hemos preparado a lo grande», manifestó. Actualmente, de los aproximadamente 1.600 ejemplares de oso panda gigante que quedan en el mundo, alrededor de 200 viven en cautividad, en 12 parques zoológicos. De todos ellos sólo tres están en Europa, en Berlín y Viena. «Y a partir de ahora Bing Xing y Hua Zui Ba en Madrid», se alegró el director.
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