Joaquín Almunia da por hecho que los problemas financieros causados por las llamadas hipotecas basura pasarán factura a la Unión en 2008 y, para evitar ir a "peor", pide respeto a las decisiones de política monetaria que pueda tomar el BCE, que decidirá el próximo jueves si autoriza una nueva subida de tipos.
AGENCIAS, Madrid, Fráncfort
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, descartó ayer que las turbulencias financieras provocadas por la crisis hipotecaria estadounidense lastren el crecimiento económico de la eurozona este año, pero estimó que, aunque es "pronto" para analizar sus consecuencias, cabe esperar que éste baje "unas décimas" en 2008.
Almunia, durante una conferencia organizada por el Fórum Nueva Economía, pidió respeto a las decisiones de política monetaria que pueda tomar el Banco Central Europeo (BCE), que acordará el próximo jueves si autoriza una nueva subida de los tipos de interés. En este sentido, indicó que si cae la confianza de los agentes económicos y de los inversores "se alimentarán las tensiones proteccionistas y las cosas irán a peor". Por ello, subrayó que si se mantiene el respeto por el BCE y se despeja la incertidumbre de los agentes económicos, "esas turbulencias servirán de lección para no repetir errores".
El comisario afirmó que la posible influencia de esa inestabilidad en la economía europea dependerá del impacto directo que tengan las hipotecas y el mercado inmobiliario en Estados Unidos, que se puede manifestar en Europa a través de diferentes canales con un endurecimiento de las condiciones de financiación, "que no será de forma rápida".
Sobre una posible subida de tipos por parte del BCE, manifestó que espera que el banco emisor adopte la decisión"con el mismo acierto de siempre", y que nadie presione al BCE, sino que se le refuerce su confianza.
Entre tanto, ayer se hizo público que la crisis estadounidense de las hipotecas de alto riesgo lastrará los resultados de varios bancos públicos alemanes que estaban expuestos a estos créditos mediante vehículos de inversión hipotecaria.
El deficitario Banco de Industria Alemán (IKB), de financiación de pymes y con participación pública, prevé una pérdida anual de hasta 700 millones de euros por esta causa. Al mismo tiempo, el banco público del Estado federado de Baviera BayernLB informó ayer de que está expuesto con 1.900 millones de euros al segmento de las hipotecas de alto riesgo estadounidenses. IKB dijo también que ha abandonado sus inversiones internacionales de alto riesgo y que se centrará ahora en la financiación de empresas en Alemania, en el arrendamiento financiero, así como en las participaciones de capital privado. En un plan de rescate, el Banco estatal de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW) y entidades privadas inyectarán 3.500 millones de euros en el IKB para cubrir pérdidas.
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