lunes, septiembre 03, 2007

Bush dice que es posible reducir con éxito las tropas en Irak

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo el lunes que sus máximos responsables militares en Irak le habían dicho que el actual nivel de seguridad podría mantenerse con menos soldados si continuaban lo que definió como éxitos actuales.



Bush planteó esta retirada potencial durante una visita a una base aérea en el desierto en el oeste de Irak, donde dijo que la violencia había disminuido después de que los líderes tribales locales suníes se volvieran contra los extremistas de Al Qaeda.



El presidente voló a Irak con su equipo de seguridad para reunirse con el comandante en jefe de Estados Unidos en Irak, el general David Petraeus y el embajador Ryan Crocker, una semana antes de que se entreguen dos informes clave ante el Congreso que podría influir en la futura política sobre la guerra.



"El general Petraeus y el embajador Crocker me han dicho que si continúan estos éxitos que estamos viendo, será posible mantener el mismo nivel de seguridad con menos soldados estadounidenses", afirmó Bush.



Bush llegó en esta visita inesperada a la base aérea Al Asad, en la provincia de Anbar, acompañado por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el asesor de seguridad nacional, Steven Hadley. El secretario de Defensa, Robert Gates, llegó por separado.



El portavoz del Pentágono Geoff Morrel dijo que Bush, Rice y Gates se reunirán también con dirigentes iraquíes - incluyendo el primer ministro, Nuri al Maliki - y líderes tribales en una provincia que estaba completamente incontrolada y que se ha convertido en un éxito para el Ejército estadounidense.



"Esto es en realidad el encuentro de un consejo de guerra", dijo Morrell a los periodistas en el calor sofocante de la polvorienta base aérea.



"Esta será la última reunión de los asesores del presidente y los líderes iraquíes antes de que el presidente tome una decisión sobre cómo avanzar".



El viaje de Bush a Anbar habría sido impensable hasta hace unos meses, cuando estaba considerada el corazón de la insurgencia. Ahora, una rebelión de las tribus suníes contra los islamistas suníes de Al Qaeda ha pacificado la zona.



Este caso probablemente será utilizado como ejemplo de que la estrategia estadounidense está funcionando cuando Petraeus y Crocker comparezcan ante el Congreso el 10 de septiembre.



Ambos ofrecerán su evaluación sobre las consecuencias de la decisión de Bush de enviar a una fuerza adicional de 30.000 soldados más a Irak.



La Casa Blanca debe presentar su propio informe sobre la situación en Irak el 15 de septiembre.



Bush, que está de camino a una reunión de líderes de Asia-Pacífico en Sydney, está bajo una creciente presión por parte de los demócratas y algunos destacados republicanos, que quieren que las tropas de EEUU empiecen a abandonar Irak después de más de cuatro años de guerra en la que han muerto 3.700 soldados americanos y decenas de miles de iraquíes.

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