Northern Rock está preparándose para enfrentar el lunes la reacción de sus ahorristas y accionistas, en el inicio de una tumultuosa semana en la que se podría decidir el destino del quinto prestamista más importante de Gran Bretaña.
El vapuleado banco dijo que no había necesidad de pánico ya que sigue siendo una entidad solvente.
El Gobierno, los bancos y los reguladores están monitoreando la situación de cerca, mientras el ministro de Finanzas, Alistair Darling, pidió calma.
El director ejecutivo de Northern Rock, Adam Applegarth, buscó reasegurar a sus clientes que sus ahorros no corren peligro en un mensaje puesto en el sitio web de la compañía (www.northernrock.co.uk).
"Su dinero está seguro con nosotros y, si usted quiere retirar algo o todo, está perfectamente en su derecho. Aunque podría que tener que esperar un poco más que lo usual para recibirlo, lo tendrá," dijo Applegarth en el mensaje publicado el domingo.
Sin embargo, los temores a una corrida se han incrementado debido a los problemas financieros del banco.
La fragilidad de la entidad la obligaría a ponerse a la venta y algunos bancos como Lloyds TSB han considerado la oportunidad, según fuentes de la industria.
Pero, los interesados han tenido que frenar sus intenciones debido a las actuales turbulencias en el mercado crediticio y a la incertidumbre sobre el verdadero valor de la institución en problemas.
Northern Rock está bajo fuego luego de que el Banco de Inglaterra, como prestamista de última instancia, le ofreciera el viernes fondos de emergencia por sus problemas liquidez después de fracasar en su búsqueda de recursos en los mercados financieros.
Las acciones del banco se derrumbaron un 31 por ciento el viernes, recortando su valor de mercado a 2.000 millones de libras (unos 4.000 millones de dólares).
(1 libra=2,0089 dólares
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