Encuentra la belleza en miedos y manías

Encuentra la belleza en miedos y manías
En un tiempo en el que imperan los estereotipos de belleza, la escritora Guadalupe Nettel defiende la idea de que la verdadera belleza está oculta porque así le conviene a los seres humanos. “Está en todo aquello que nos incomoda y avergüenza de nosotros mismos”


Yanet Aguilar Sosa
El Universal
Martes 02 de septiembre de 2008
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx



En un tiempo en el que imperan los estereotipos de belleza, la escritora Guadalupe Nettel defiende la idea de que la verdadera belleza está oculta porque así le conviene a los seres humanos. “Está en todo aquello que nos incomoda y avergüenza de nosotros mismos”.

Su tesis es sencilla pero inquietante; su apuesta es total: escribir historias con personajes de una belleza singular. El gran atractivo de cada uno de sus protagonistas está en sus obsesiones, en sus miedos y manías, en sus acciones compulsivas.

Su libro de relatos Pétalos y otras historias incómodas es una especie de baúl donde se resguardan personajes maniacos y obsesivos; un muestrario de seres temerosos y atormentados. Hay desde un olfateador de sanitarios de mujeres hasta un fotógrafo parisino que sólo retrata párpados caídos, quemados, lacerados o avejentados.

A la joven autora, que alcanzó la fama internacional con su primera novela El huésped considerada por la crítica como una “ficción misteriosa e inquietante”, le interesa indagar en los temores humanos. “Tenemos muchos miedos a encontrar quiénes somos en realidad; casi nadie se detiene a pensar ‘¿quién soy yo?’, a preguntarse ‘¿yo le puedo dar algo al mundo?’; todos tenemos miedo de descubrir nuestra verdadera naturaleza”.

Guadalupe Nettel le propone al lector una mirada perturbadora e inquietante. A través de las seis historias que contiene el libro publicado por Anagrama, orilla a los lectores a preguntarse dónde está la verdadera belleza, pero también cómo es. “Yo sostengo que la verdadera belleza es nuestra fuerza y personalidad, es la que nos hace singulares de forma contundente, pienso en Nelson Mandela, Carlos Monsiváis, Mario Bellatin, son personas únicas, tanto que su singularidad puede resultar incómoda”.

Así son los protagonistas de sus relatos en los que hay también una modelo que tiene un tic desde la infancia, pero que se aterra cuando descubre el de su pareja; un oficinista japonés con afinidad por las cactáceas o una niña que pasa la vida luchando, según ella, contra esa Gran Soledad que es la muerte.