sábado, septiembre 13, 2008

¿Sabes cuáles son los desafíos que tiene tu alma?



Universidad Andrés Bello

El ser humano es fruto de una relación intensa entre lo material y lo inmate­rial, ambas dimensiones son simultáneas y reclaman particular atención y conciencia. Para entender esta compleja relación, el reconocido tarotista Jaime Hales, invita a hacer un análisis profundo para entender qué es el alma, cómo actúa y sus efectos.


Griegos, budistas, católicos entre otros, plantearon a lo largo de la historia sus consideraciones acerca de lo que es el alma. Independiente de ello, es claro que se trata de algo que está íntimamente ligado al ser humano, la criatura más poderosa de la tierra gracias a sus características no físicas.

“El ser humano es la unión estrecha entre un cuerpo material y un alma inmaterial, dotada de mente, emocionalidad, espiritualidad, consciente de su existencia y trascendencia”, explica Jaime Hales, el octavo conferencista del seminario “Una mirada al alma” que se efectúa hasta el 5 de octubre en la Universidad Andrés Bello.

Cada uno con su tarea

El abogado, académico, poeta, tarotista y narrador sostiene que el hombre es en un solo acto completamente cuerpo y completamente alma, siendo ésta inmortal trascendiendo al cuerpo.

“Nuestra misión como humanos es trabajar en el progreso de nuestra alma, y si esta tarea no está plenamente lograda, el alma seguirá tomando cuerpo hasta llegar a la meta en lo que se llama la ‘reencarnación’. En esto es clave comprender que los efectos de nuestros actos tienen dimensiones espirituales y materiales”, dice Hales.

El experto en temas holísticos explica que una forma de perfeccionar el alma humana es mediante el ejercicio de vivir la trascendencia, es decir, tener la conciencia de estar más allá, de ser mucho más que el cuerpo inmediato, hacerse cargo de sí mismo y del entorno con total dedicación, asumiendo que se viene a realizar una tarea.

Por el camino de la trascendencia

De acuerdo a lo que sostiene Hales, al tomar contacto con la ilusión y la ignorancia y reconocer que lo que sabemos no es más que el resultado de la vida aparente y de la materialidad, recién la persona podrá comenzar el camino hacia la trascendencia que no es otro que el trabajo hacia el interior de cada uno aprendiendo y enseñando, progresando y ayudando a que otros también lo hagan.

“Somos intermediarios de la trascendencia y el mundo que nos ha sido confiado. Por ello, cada vez que aprendemos algo debemos convertirlo en realidad y traspasar ese conocimiento a otro que lo necesita. Es una forma de compromiso con el destino, de reconocer que hay un período de tránsito entre dos mundos”, relata el destacado intelectual.

Hales recomienda que el despertar a una conciencia más profunda permite construir un ser libre, una alma eterna que permite sentir que la persona “nunca dejará de ser, pero al mismo tiempo, es otro que adquiere conciencia de su cuerpo y de su trascendencia, y cuando eso ocurre, es porque el alma está asumiendo sus grandes desafíos”.

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