La amenaza de la inminente quiebra de la compañía aérea de bandera Alitalia empujó hoy al Gobierno italiano a convocar con urgencia a los cuatro principales sindicatos del sector para buscar una solución al parón de las negociaciones con los posibles compradores de la aerolínea.
La noticia fue confirmada por el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, que explicó que la reunión con los sindicatos nacionales CGIL, CISL y UIL, y el de transportes UGL, comenzará sobre las 21.00 horas local (19.00 GMT).
El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, afirmó en una entrevista televisiva, que son "horas dramáticas" para el futuro de Alitalia, "ya que se aproxima la quiebra", pero mostró su confianza ante la posibilidad de un acuerdo "in extremis" de los sindicatos con los futuros compradores.
La situación de Alitalia precipitó después de que el comisario extraordinario de Alitalia, Augusto Fantozzi, afirmó que "existe el riesgo de que se tengan que anular vuelos debido a las dificultades de provisión de carburante", ante la situación económica de la aerolínea.
Así lo expresó Fantozzi en una nota tras la reunión con los representantes de las nueve siglas sindicales de Alitalia, convocados hoy, después de que ayer se interrumpiesen las negociaciones con los posibles compradores de la aerolínea.
Según fuentes sindicales, la compañía de hidrocarburos ENI ha pedido que los próximos abastecimientos de carburante sean pagados en metálico.
Pero los fondos de la aerolínea, que pierde cerca de 3,5 millones al día, según los últimos resultados semestrales, están prácticamente agotados.
El comisario extraordinario, nombrado por el Gobierno para gestionar el saneamiento de la aerolínea, anunció además que a partir del lunes dejarán de trabajar temporalmente -aunque una parte del sueldo será garantizado por una especie de fondos de compensación salarial- las tripulaciones de los 34 aviones que ya estaba previsto que no despegarían tras la última reorganización.
La Compañía Aérea Italiana (CAI), creada por un grupo de empresarios italianos dispuestos a invertir 1.000 millones de euros para adquirir la aerolínea, se retiró ayer de las negociaciones al considerar que se cumplían las condiciones necesarias para continuar ante la oposición de los sindicatos.
Aunque puntualizó que mantiene aún su oferta, lo que deja aún abierta la posibilidad de un acuerdo al último minuto con los sindicatos.
Los sindicatos rechazan los que consideran excesivos recortes (unos 5.500 puestos de trabajo, así como el nuevo convenio colectivo propuesto en el proyecto de rescate de la CAI que supondrá una disminución de los salarios, pide la movilidad territorial, y exige una mayor productividad.
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