Investigaciones recientes en Canadá sugieren que la obesidad además de sedentarismo y malos hábitos, se origina por inflamación celular. Esta condición señalan expertos, es herencia de hace millones de años, cuando los humanos debían soportar días sin alimento y el organismo se veía obligado a acumular calorías.
“No hemos podido lograr prevenir ni tratar la obesidad porque no conocíamos cuál era el origen de la misma”, comentó Silvia Orozco, nutrióloga.
Para atender el problema de inflamación celular en pacientes con obesidad mórbida, los especialistas sugieren ejercicio y una dieta saludable. El régimen alimenticio se determina tras realizar una prueba sanguínea que mide la cantidad de lípidos del paciente, lo que sirve de base para no provocarle problemas de descompensación.
“La ciencia apunta que nosotros vamos a poder decir claramente en qué personas se están manifestando los genes, qué tipo de genes y los vamos a poder silenciar. Va a ser como una radiografía de las células”, dijo Gustavo Orozco Aviña, director médico del Instituto de Investigación de la Inflamación.
La dieta debe ser rica en grasa de pescado, ya que según los especialistas tiene cierta influencia en desactivar los factores genéticos asociados a la obesidad.
“Suplementando esta grasa en personas que tienen obesidad morbida o en aquellas que tienen genes para ello mantiene en silencio los genes. Eso se conoce como efecto nutrigenético de los alimentos, es increíble, es una gran paradoja que una grasa puede hacer que el paciente no acumule más grasa y queme la grasa que tienes”, indicó Silvia Orozco, nutrióloga.
La obesidad es el principal factor de riesgo para la diabetes, infartos e hipertensión arterial.
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