domingo, noviembre 04, 2007

El enigmático fantasma de la Armada Invencible

- Aunque han pasado más de

cuatrocientos años del desastre de la Armada Invencible, la leyenda

de un enigmático fantasma de la malograda escuadra aún persigue a

una pequeña ciudad costera del sur de Inglaterra.

El espectro continúa merodeando hoy día en la memoria colectiva

de Torquay, una pintoresca localidad en la que -dicho sea de paso-

nació la célebre escritora de novelas de intriga Agatha Christie.

El origen de la leyenda se remonta a julio de 1588, cuando

arribaron a esa ciudad 397 prisioneros de guerra de la "Grande y

Felicísima Armada", rimbombante nombre que el rey Felipe II de

España (1527-1598) dio a la gran flota -más de 130 buques- que armó

para invadir Inglaterra con el fin de reimplantar el catolicismo.

Los presos procedían del "Nuestra Señora del Rosario", galeón de

la fracción andaluza mandada por el almirante Don Pedro de Valdés

que, en una maniobra de abordaje sobre un barco inglés, colisionó

con otra nave española y quedó a merced del enemigo.

La pérdida del navío -no en vano el buque insignia del escuadrón

andaluz- supuso un varapalo para una Armada Invencible que alcanzó

la costa inglesa muy diezmada por las tormentas, de ahí el lamento

de Felipe II al entonar después la legendaria frase "Yo envié a mis

naves a luchar contra los hombres, no contra los elementos".

Según el historiador local John Risdon, el apresamiento del barco

causó una "enorme conmoción" en Torquay, cuyas autoridades

recluyeron a los presos en un granero de la Abadía de Torre, erigida

en 1196 cerca de la costa y actualmente en proceso de restauración.

Construido piedra a piedra por los monjes de la Abadía, el

llamado "Spanish Barn", uno de los graneros medievales ingleses

mejor conservados, se tornó en un infierno para los reclusos,

hacinados y expuestos a una plaga de ratas y diversas enfermedades.

"Está comprobado que algunos hombres murieron. Se han encontrado

huesos humanos justo frente al granero. Hay pruebas de defunciones,

ya que se trata de huesos de aquella época", declaró a EFE Risdon.

Al parecer, uno de los fallecidos recibió la extremaunción de un

sacerdote, quien reparó en que el difunto, para sorpresa de aquellos

tipos duros curtidos en la mar, era...¡una muchacha!

"La historia -explicó el historiador- habla de una dama española

que se había disfrazado de marinero para seguir a su esposo o amante

y que murió durante el encarcelamiento".

"Y su espíritu -prosiguió- es el fantasma que puede verse vagando

por la zona", según los avistamientos que menciona la leyenda.

Durante años, no han faltado testigos que aseguran haber visto la

silueta de una joven que deambula por los jardines próximos al paseo

marítimo de Torquay y que, con rostro abatido y cabizbajo,

desaparece por la entrada del granero.

"Desafortunadamente, yo nunca he visto el fantasma, pero es una

historia muy interesante", bromeó el historiador.

En tono más serio, Risdon no descarta la existencia de la

misteriosa chica, porque "podrían surgir nuevas pruebas y,

ciertamente, las mujeres solían embarcarse a veces en los navíos,

especialmente para los oficiales", si bien "es difícil separar los

hechos históricos de la leyenda embellecida con el tiempo".

Tampoco se ha cruzado con el escurridizo espectro el camarero

Juan Estrada, un simpático valenciano de 40 años que regenta un

"take away" (restaurante de comida para llevar) en el casco viejo de

Torquay: "Yo en verdad -confiesa-, fantasma no he visto ninguno".

Ante una paella y varias tortillas de patata que resplandecen en

un mostrador, Estrada esboza su teoría sobre el origen del fantasma

y argumenta que, "a lo mejor, lo han creado los ingleses para hacer

publicidad y que la gente vaya a verlo (el granero)".

Mientras el enigma estimula la imaginación de los lugareños, John

Risdon propone otro acertijo: ¿Qué pasó con el oro que transportaba

el "Nuestra Señora del Rosario" para pagar a los tercios españoles

en Flandes?.

Porque, de acuerdo con Risdon, "la mayor parte del oro

desapareció...".

No hay comentarios: