No obstante, las mujeres entre 45 y 64 tienden a mostrarse más angustiadas por esta actitud negativa hacia el sexo. De hecho, una de cada ocho es infeliz a consecuencia de su falta de deseo y una entre quince está molesta por su dificultad de excitarse o por alcanzar un orgasmo.
Asimismo, esta investigación concluyó que 43% de las norteamericanas de entre 18 y 59 años manifiestan disfunciones sexuales. Pero como la mayoría confiesa no sentirse “preocupada”, los responsables del estudio estiman que la solución debería enfocarse menos en soluciones farmacéuticas y más en las terapias que toman en consideración la experiencia de vida de cada mujer en su conjunto.
“Si no es asociado con la angustia, entonces probablemente no afecta la calidad de vida de la mujer”, dijo Jan Shifren, autor del trabajo.
Aunque eso tranquilice, los índices de mujeres frustradas por este tipo de problemas – según el estudio- son altos. Por eso “se tiene que hacer más para identificar a estas personas y proveerles del cuidado necesario”, dijo Shifren.
Plenitud paraguaya
El sexólogo clínico y director del Centro Privado de Sexología Clínica, Dr. Óscar Sapena, comenta que no existen cifras exactas que indiquen la cantidad de mujeres que sufren de anorgasmia o falta de deseo sexual en Paraguay, pero en su experiencia, existe un grupo importante a las que el sexo les parece algo insatisfactorio. Muchas de estas mujeres –según el especialista- no llegan al clímax porque sus parejas tienen disfunciones masculinas.
En cuanto al deseo sexual, que el Dr. Sapena añade que éste depende de factores hormonales, específicamente la testosterona presente en las mujeres que puede no estar funcionando bien. Esto se presenta especialmente durante la menopausia, “cuando las pausas o los ciclos sexuales de la mujer comienzan a no funcionar correctamente y luego cesan por completo, en este período hay una baja hormonal importante y eso incide en la libido femenina”, recalca.
Según los especialistas de Harvard, la depresión y la incontinencia urinaria también tienen su cuota de culpa en las disfunciones femeninas.
Relaciones dolorosas
El médico sexólogo Óscar Sapena indica que una gran porción de las mujeres experimenta dolor durante el sexo. Este fenómeno se conoce como dispareunia, que a menudo aparece asociada a problemas de vaginismo y se manifiesta a través de molestias, ardor, quemadura o contracción que puede localizarse en la parte interior o exterior del órgano sexual femenino, en la región pélvica o en el abdomen. Las causas pueden ser de origen orgánico como agentes infecciosos, enfermedades genito-urinarias, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos, diafragma, dispositivo intrauterino –DIU–, espermicidas) y, en la tercera edad por vaginitis senil. También puede presentarse por causas de origen psicológico como la interacción negativa conductual entre la pareja, la falta de excitación en el momento de la penetración, depresión o ansiedad.
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