lunes, agosto 16, 2010

Los bonos disparados, la bolsa a la baja... ¿En qué se puede invertir ahora?

El verano ha complicado todavía más un ejercicio que ya estaba siendo dificilísimo para los inversores. La recuperación de la bolsa en julio se ha venido abajo y han vuelto las caídas debido al deterioro de las expectativas sobre la economía mundial. Ese mismo deterioro ha provocado un espectacular rally de la deuda pública que ha llevado la rentabilidad de los bonos de EEUU y Alemania a zona de mínimos históricos. En esta situación, ¿cuál es la mejor opción para meter el dinero en estos momentos?

La respuesta no está nada clara, puesto que los expertos se dividen entre los que siguen recomendando estar en bolsa a pesar de la recaída y los que han decidido sumarse a la pasión por los bonos en busca de un refugio seguro en tiempos inciertos. Tampoco hay acuerdo sobre otro tipo de inversiones, como las materias primas o los mercados emergentes. Y ante tanta polémica, emergen como grandes ganadores los depósitos de alta rentabilidad que la banca a va a relanzar a partir de septiembre.

Este giro de los mercados ha venido de la mano de la Reserva Federal, que primero rebajó sus previsiones sobre la recuperación económica y después -esta misma semana- ha reactivado su programa de compra de bonos interrumpido en marzo, con lo que Ben Bernanke viene a reconocer el riesgo de recaída en la recesión e incluso de deflación. Además, los indicadores adelantados muestran un empeoramiento claro en las últimas semanas que abona estos temores.

"Parece patente la fragilidad de la recuperación económica en la que los mercados habían puesto su esperanza. Y es que todavía quedan muchos obstáculos que salvar antes de poder hablar de una recuperación económica consistente: altas cifras de endeudamiento público y privado, elevados déficit públicos, altas tasas de desempleo... Así, los Gobiernos tienen poco margen de maniobra para reactivar la economía y, en cuanto retiran algunas de las medidas de estímulo en marcha, parece que la demanda se viene abajo, ya que el sector privado, lastrado por su propio elevado endeudamiento y por unos mercados laborales deteriorados, por ahora no está en condiciones de relevar al público en liderar el crecimiento económico", explica Link Securities.

En este escenario, lo que recomiendan los manuales es meterse en renta fija, que debe ser el gran ganador de una economía en retroceso y sin riesgo de inflación (que es el gran enemigo para los bonos). Pero claro, los mercados siempre se anticipan y la cotización de los bonos ha descontado ya este panorama con el fortísimo rally de los últimos días. Es decir, que muy posiblemente es demasiado tarde para entrar ahora en los bonos, y se corre el riesgo de comprar en máximos. Así lo cree, por ejemplo, Nassim Taleb, el autor del famoso libro 'El cisne negro' que anticipó la crisis financiera de 2008.

Richard Urwin, director de inversiones de BlackRock, también prefiere alejarse de la deuda porque "el próximo gran movimiento podría ser una subida de los tipos de los bonos, debido a que se afianza la recuperación cíclica y a que los prestamistas del sector privado exigen una prima de riesgo mayor para invertir en deuda pública (es bastante sorprendente que este activo 'libre de riesgo' se comporte como lo ha hecho últimamente).

La bolsa tiene red de seguridad

Entonces, ¿es mejor aguantar las caídas de la bolsa o incluso aprovecharlas para comprar? Muchos analistas lo creen así, con el argumento de que las valoraciones son muy atractivas gracias a esos recortes de los precios y a la mejora de los resultados empresariales en el último trimestre. No obstante, hay que recordar que la mayoría de estos analistas está sujeta a conflictos de interés (ganan dinero cuando sus clientes invierten en bolsa) y que las valoraciones siempre pueden bajar mucho más por atractivas que parezcan, como quedó en evidencia en 2008-2009.

En los últimos días ha hecho fortuna otro argumento más potente: el llamado 'put de Bernanke'. Al igual que sucedía con el famoso 'put de Greenspan' -la expectativa de que el anterior presidente de la Fed bajaría los tipos todo lo que hiciera falta para evitar un desplome de la bolsa-, el mercado cree que el actual presidente va a tomar cualquier medida con tal de impedir la deflación, que es el escenario que más teme Bernanke. El claro ejemplo es la reanudación de la compra de bonos. Y eso supone una especie de red de seguridad contra grandes caídas de la renta variable.

Alain Galibert, director general de Bolságora, considera que este put impedirá que los índices perforen la parte baja del movimiento lateral de los últimos meses (en la zona de 9.000 puntos del Ibex), pero tampoco ve que el mercado tenga fuerza para intentar romper al alza a corto plazo. "Es probable que sigamos en lateral durante bastante más tiempo", opina. Una situación que puede acabar con la paciencia de muchos inversores.

Inversis considera que, en estas circunstancias, la renta variable debe ser la apuesta principal de las carteras, pero ante el empeoramiento de los datos económicos aconseja incrementar las posiciones en liquidez y en deuda de los países más sólidos (de hecho, está volviendo a aumentar el diferencial de España con Alemania).

BlackRock también apuesta por la bolsa como mejor opción: "A escala mundial, el crecimiento económico parece muy robusto y, aunque podría moderarse en el segundo semestre del año y desde luego en 2011, lo hará desde un punto de partida alto. Describimos este entorno como un 'mercado alcista lento' en el que podrían producirse correcciones sustanciales a corto plazo de los precios de la renta variable en torno a la tendencia alcista a largo plazo".

Más oscuridad en los activos alternativos

Si el panorama es tan oscuro respecto a la deuda y a la bolsa, no lo es menos en cuanto a la diversificación en otros activos. Las bolsas emergentes, la gran estrella de los dos últimos años, también han corregido con fuerza y los analistas sí creen que se puede hablar de sobrevaloración en ese caso. Las medidas de China para enfriar su burbuja de crédito también pueden golpear a estos mercados, que siempre muestran mayor volatilidad que los occidentales (las correcciones son más acusadas, como lo son las subidas).

Finalmente, las materias primas también suscitan posiciones encontradas entre los expertos. Por un lado, el escenario de ralentización económica debería reducir su demanda y sus precios, pero por otro pueden actuar como refugio ante la incertidumbre: de hecho, el oro ha retomado con fuerza su escalada por encima de 1.200 dólares tras la reunión de la Fed.

Algo que choca con las expectativas de deflación en EEUU, puesto que el metal precioso es una cobertura tradicional contra la inflación. "El mensaje del oro es también el del 'put de Bernanke': que EEUU va a evitar la deflación por todos los medios porque sabe que puede gestionar mejor una explosión inflacionista posterior dad la flexibilidad de su economía", señala Galibert.

Mejor parecen ir las cosas en los hedge funds y los fondos de gestión alternativa, que han recuperado parte del brillo anterior a la debacle de 2008. No obstante, se trata de un universo muy heterogéneo en el que hay que ser muy selectivo, porque los resultados varían mucho entre distintos gestores y estrategias de inversión.

Depósitos y a esperar a que escampe

En conclusión, es bastante difícil tomar decisiones de inversión en estos momentos ante la incertidumbre del panorama económico y con tantas opiniones enfrentadas. Ante lo cual, cada vez se está haciendo más popular otra opción: los depósitos de alta rentabilidad de los bancos.

"En situaciones tan inciertas lo más aconsejable es estar en liquidez; el problema es el coste de oportunidad porque normalmente no está remunerada. Pero si en España te dan un 3,5% o un 4%, con los tipos oficiales al 1%, por la necesidad de la banca de captar liquidez al precio que sea, es para no pensárselo. Meta el dinero en un depósito a seis meses y, si para entonces las cosas están más claras, vuelva al mercado", afirman desde una caja de ahorros.

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