jueves, noviembre 22, 2007

Flamencos y francófonos se besan para rechazar la división de Bélgica

Cientos de estudiantes flamencos y francófonos pusieron a un lado este miércoles los problemas vinculados con la crisis política en Bélgica durante una simbólica reconciliación en las calles de Lovaina al lema de "!Besa un flamenco, abraza una valona y bebamos una cerveza juntos!".


Fundada en 1425, la Universidad de Lovaina (Leuven en holandés) se había dividido en 1968 en dos entidades independientes, una flamenca que permaneció en el casco antiguo de la ciudad y la otra francófona, instalada del otro lado de la frontera lingüística y bautizada con el nombre de Lovaina la Nueva.

La expulsión de los francófonos se había hecho sin amabilidad, al grito de 'Wallen buiten' ('los valones fuera') y el 'caso de Lovaina' quedó inscrito en la historia de Bélgica como un momento en el que las tensiones entre ambas comunidades pasaron a otra fase.

Cuarenta años más tarde, mientras las disputas entre partidos flamencos y francófonos impiden la formación de un gobierno federal desde hace cinco meses, la invitación hecha por cuatro estudiantes de las dos universidades "es muy simbólica", explicó Sébastien Schellen, que estudia ingeniería en Lovaina La Nueva.

"Más allá de los muros levantados por los políticos, los contactos entre las comunidades persisten. No hay que oponerse al cambio a cualquier precio, es necesario mantener el diálogo", afirmó este responsable de una asociación estudiantil francófona.

A su alrededor, frente a la biblioteca de la vieja universidad, en una de las principales plazas de la ciudad, unos 500 estudiantes, francófonos y flamencos, intentaron romper el hielo, a pesar de la barrera lingüística que separa Flandes (norte) de Valonia (sur).

Para facilitar los intercambios, los organizadores habían previsto una estrategia: los francófonos recibieron un ticket rojo que debían cambiar por uno de color azul con un flamenco mediante un beso o un abrazo. Juntos, los dos tickets daban derecho a una cerveza gratis.

En un momento, un flamenco disfrazado de león y un valón vestido de gallo se pusieron a bailar ante la mirada sorprendida de una quincena de estudiantes nacionalistas flamencos, a los que la policía mantenía del otro lado de la calle.

"Besarse, vaya y pase, pero eso no quiere decir asfixiar. Bélgica es un obstáculo para el bienestar de los flamencos y los valones", afirmaba uno de ellos, mientras cuatro jóvenes valonas se paseaban con el lema "I love Belgium" pintado en sus rostros.

No hay comentarios: