domingo, noviembre 02, 2008

Minorías mayoritarias

A pocos días ya de las elecciones estadounidenses, horas podríamos decir, hay algo que llama especialmente la atención, las siempre mal llamadas minorías electorales, entiéndase por ellas, jóvenes, mujeres, afroestadounidenses, latinos… han demostrado no serlo, o por lo menos no si se juntan

MIAMI.— A pocos días ya de las elecciones estadounidenses, horas podríamos decir, hay algo que llama especialmente la atención, las siempre mal llamadas minorías electorales, entiéndase por ellas, jóvenes, mujeres, afroestadounidenses, latinos… han demostrado no serlo, o por lo menos no si se juntan. Me explico. Ya hace un tiempo que vengo afirmando que minorías como tal, en política y elecciones no existen, pues 2% de un colectivo, sea cual sea, es muy importante, y si no que se lo digan al presidente Arias de Costa Rica, que ganó con 1% o al propio Calderón, que anheló incluso llegar a ese 1%.

Aprovecho la estancia en Miami y Washington de estos días para hacer seguimiento de las últimas horas de la campaña y del propio día 4 de noviembre. Miami, Florida, territorio republicano, si así con absolutismos se quiere ver, está dando la vuelta hacia un voto demócrata no convencido pero sí desesperado y ávido de soluciones. Ciertamente la situación que vive el país no es la mejor, no cabe duda, pero destaca lo que ya se sabe, el colectivo cubano, abiertamente republicano, en su voto, en el pasado, da indicaciones de votar por Obama. Superadas la fronteras raciales, que en EU son muchas e importantes, éstos, los cubanos, la comunidad cubana, cambia de voto. La desesperación, la situación económica, la excesiva mala relación con su país de origen que está por encima de Fidel Castro, cosa que Bush olvidó y jamás se dio cuenta, los lleva a votar, contra corazón en algunos casos, por la opción demócrata encabezada por Obama y Biden.

Que Florida deje de ser republicana, pues tiene la importancia que tiene, es relativo si quieren, menos si el que lo analiza es el comité estratégico republicano, pues Florida siempre ha sido suya y ahora la tierra del Sunshine se pierde, y quién sabe hasta cuándo. Lo mismo sucede con Ohio, pues las encuestas de estos días de la cadena CNN y los comentarios del siempre conocido periodista Larry King dan una ventaja de 4 puntos a Obama, 51 frente a 47. La misma suerte corre Carolina del Norte o Nueva Hampshire, que no olvidemos Obama la perdió contra Hillary en la interna y ahora se decantan por él, dando así sentido a la frase escrita en el cuarto de guerra demócrata de “New Hampshire, two worlds, two weeks” (Nueva Hampshire dos mundos, dos semanas) cuando sólo faltaban 15 días y creían poder ganar para sacarse esa espinita que sin duda quebró los ánimos de los en aquel entonces “obamistas” hoy ya todos “demócratas”.

Pero qué más está pasando en estos últimos días, universitarios, jóvenes en general, latinos, afroestadounidenses, entre otras mal llamadas minorías, han encontrado en el voto a Obama la posible salvación a sus esperanzas frustradas, y que de la mano de Bush, republicanos, y como no McCain y Sarah Palin, ven no poder recuperar en bastante tiempo. Unos cambios en el comportamiento del electorado que alejan cada día más a los republicanos de poder mantener el gobierno, no de forma matemática, pero sí casi imposible, pues compiten no contra Obama sino contra su propio desánimo. Y ya saben, como dijo Robert Kennedy, que “en política como en matemáticas, lo que no es exacto, es erróneo”, no les puedo afirmar aún que Obama ganó, no sería exacto y sería erróneo, pero sí creo que es bastante preciso.

Pero el peor mal que adolece al ser humano en la actualidad es la soledad, y eso es lo que está rematando las expectativas de McCain. Él, solo, frente a un equipo animado, motivado, que se sabe ganador, aún no vencedor, que no puede utilizar a Sarah Palin, ni a Bush y ya considerado por todos el peor presidente de Estados Unidos de América —se dice pronto, pero tardará mucho en borrarse de la
mente de los electores. Frente a eso, Obama, rodeado de Michelle, su esposa, tan importante para él como para su campaña, de Joe Biden, seguridad y acierto en lo que hace y dice, y que gana y por mucho en experiencia a Sarah Palin, hasta si me permiten la ironía, está tan arropado que inlcluso los Clinton, con Bill a la cabeza, como casi siempre, ya hace de telonero del propio Obama. Compañía frente a soledad; ánimo, frente a desolación; Bill Clinton frente a Geroge W. Bush; Hillary Clinton y Michelle Obama frente a Sarah Palin. En fin, como reza al dicho, a veces, con todo, vale más ir solo que mal acompañado, y estoy seguro de que McCain por su cuenta hubiera podido hacer más de lo que sus amigos deshicieron por él.

En fin, en este caso, unos pocos, las minorías, hicieron un mucho, construyeron la más que probable victoria de Obama; y por la contra, unos muchos, los amigos de McCain, destrozaron sus expectativas en un momento. Una lección más de vida y electoral, en la que las minorías un día, se vuelven mayorías. Está por ver.

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