Una decena de miembros de la Asociación de Afectados de Martinsa, propietarios del residencial Parque Colmenar, en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, han despedido las vacaciones de agosto con una sonrisa en la cara. Y es que después de la conmoción provocada en julio por la entrada en la antigua suspensión de pagos de la firma que preside Fernando Martín, haciéndoles temer no sólo por perder su dinero sino también por quedarse sin casa, ven ahora como tres cajas de ahorro -la gallega Caixanova, Caja Navarra y Caixa Penedés- han decidido ejecutar el aval de la empresa del que son beneficiarios, obteniendo la devolución de los euros que habían abonado para reservar su vivienda.
Así lo confirmaban ayer a este periódico tanto fuentes de entidad financiera como de la compañía del ladrillo, valorando estos últimos como un "muy buena noticia" que los compromisos se cumplan cuando los trámites "van por el cauce adecuado", antes de reiterar su discurso de que aspiran a "cumplir los compromisos" adquiridos con sus clientes: "Martinsa-Fadesa sigue analizando la situación de todas las promociones para dar las soluciones más adecuadas". Unas vías que no renuncian a "terminar las promociones", insisten desde la firma con sede social en A Coruña.
Desde Caixanova abundan en que se están atendiendo las ejecuciones de todos los avales que reúnan las condiciones. Entre éstas, la solicitud por carta de la ejecución; justificar las cantidades entregadas y presentar el contrato. Una vez informada Martinsa, si la obra no cumple los plazos, el aval se hace efectivo.
Sobre el proceso concursal tras las vacaciones de agosto, las fuentes de Martinsa informan de que ya se han retomado las reuniones entre los tres administradores y la empresa, a la espera de que los primeros elaboren un informe sobre la viabilidad de la inmobiliaria y se lo entreguen al Juzgado de lo Mercantil de A Coruña responsable del asunto como el próximo paso en un procedimiento que se desarrolla "sin plazos concretos".
Y es que si hay un sector al que la crisis esté afectando ése es el ladrillo. El paro se está cebando con las constructoras, y los resultados de los seis primeros meses de muchas de ellas ya notan el frenazo de la compraventa de viviendas.
En medio de esta coyuntura, ayer se conocieron las cuentas del primer semestre de Ferrovial, que ganó un 92,2% menos que en igual período de 2007, hasta 58,7 millones. En la misma línea, Sacyr Vallehermoso redujo su beneficio neto un 3,5%, hasta los 415 millones. La peor parada fue inmobiliaria Colonial, que perdió 2.381 millones, frente a las ganancias de 316,4 millones de un año antes por la dotación de 2.581,8 millones para cubrir la pérdida de valor de algunas de sus activos.
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